Mi tío Pedro, el revolucionario y chacotero.
Como el universo se empeña en ser paradójico y sorprendentemente absurdo, el tiempo y el espacio se doblan como un pañuelo y hoy el 11 de septiembre me encuentra reflexionando sobre la dictadura y la postdictadura en Estados Unidos, en la casa de mi tío que es veterano de los marines, con mi otra tía viuda de un detenido desaparecido y mi primo Roberto, que nació de esa relación pero no alcanzó a conocer a su papá.
Mi tío Pedro está detenido desaparecido desde el 14 de Febrero de 1975, cuando tenía 22 años y además de estudiar Historia era dirigente del MIR. Yo tenía menos de un año cuando esto ocurrió y mi tía Lucía estaba entonces embarazada de 5 meses de mi primo Roberto. Esto ha sido una tragedia familiar de la cual se habla poco, y de a poco, al enterarme de más detalles, he comprendido por qué. En esa época (en la UP y al principio de la dictadura) varios de mis tíos, tías y mis papás militaban en el MIR. Mi primo Roberto es como mi hermano porque vivió con nosotros intermitentemente muchos años. De chicos, le dijeron primero a mi primo que su papá había muerto en un accidente. Después supimos que estaba "desaparecido". Lo único que me han contado mis papás es que mi tío me quiso mucho, que era chacotero y super alegre. Mi primo se crió entre Estados Unidos y Chile y hoy está casado con una niña gringa muy dulce y de familia republicana y cristiana.
El relato al interior de la familia indicaba que lo habían detenido agentes de la DINA en su departamento y le habían pegado un tiro. Y hasta ahí no más sabía yo. Hasta ayer. Escribiendo a propósito de la performance como práctica política y de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, ayer me topé con la ficha completa que reconstruye su caso. Mi tío fue baleado, pero se lo llevaron detenido igual a Villa Grimaldi, donde fue torturado. Luego, llevado al hospital de la DINA y de vuelta a otro centro de tortura. Mi mente ahora borró algunos detalles que no quiero volver a revisar. Testigos indican que en el hospital de la DINA se mostró preocupado por la seguridad de su polola embarazada. Por lo que he leído ahora sobre las prácticas de tortura, deben haberle dicho que le habían hecho algo o le iban a hacer algo a ella también.
Y hoy, a la hora de almuerzo, viendo las noticias sobre las conmemoraciones del 11 de septiembre gringo, mi tío ex-marine me pregunta cómo reaccioné yo con el ataque de las torres gemelas. Yo le dije que lo primero que había pensado era que Estados Unidos no era una víctima ni un país inocente y que en realidad tenían bien merecido recibir un ataque dentro de sus fronteras ya que siempre estaban en guerra fuera de ellas. Mi tío tiene 89 años y es muy ignorante, a estas alturas se supone que ya no peleamos, pero tenía demasiado fresquito lo de ayer. Le dije, "sino fuera por los Estados Unidos, posiblemente el papá de Roberto estaría ahora con nosotros".
Hermanita. Siempre me sorprende cuando tu no te has enterado de algunas cosas, como cuando el abuelo estaba enfermo, te acuerdas?
ReplyDeleteEN todo caso, no vale la pena discutir ni pelearse con el tio, lo importante es siempre mantener vivo el recuerdo del tio Pedro, su alegria, y como dio su vida por sus ideales demasiado joven.
Aqui el tema del 9/11 como le dicen es muy, pero muy delicado. Lo que yo hago es enfocarme en las personas que murieron y en la tristeza y el dolor de sus familiares. Independientemente de por que sucedio, es una tragedia que para algunas familias es mucho mas personal que para el publico en general.
Besos!
Pero el tío Pedro no quería ser un mártir po! El, y toda una generación tenían un proyecto de cambios sociales que no se alcanzó a cumplir y que todavía no se cumple...Chile podría haber sido distinto...PUEDE todavía ser distinto...
ReplyDeleteRespecto a pelearme con el tío Augie, no, no vale la pena, está claro. Pero las sensibilidades están muy a flor de piel este día, para todos.
Mientras pasan más los días pienso más en los planos que se jugaron en esta conversación con mi tío Augie y creo que lo que pasó fue algo así: mientras él quiso usar el dolor -plano afectivo y corporal- del 9/11 gringo para defender un discurso ideológico nacionalista y conservador, yo le devolví lo mismo: apelé al cuerpo de mi tío, como otro miembro de la familia, para contraatacar ese proyecto ideológico con otro. Al final lo único que saco en limpio es que las ideologías operan concretamente en este plano, el plano de los cuerpos, los afectos, en la vida cotidiana.
ReplyDeleteAlgo interesante pasó justo unos días después de esto; mi primo me comentó que había discutido con sus suegros a partir de las reformas de salud en EEUU. Sus suegros republicanos trataron de decir que con estas reformas se venía el comunismo y que Obama era musulmán (por lo tanto contrario a los valores trascendentales cristianos de la nación)...pero mi primo se dió cuenta inmediatamente de que esta forma de construir las reformas como algo "evil" e insinuar lo del "enemigo interno" es parte de la misma estrategia que resultó en la desaparición de su papá.